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Nética: ¿Algo necesario?

 

La ética, según la define Gustavo Bueno, es el conjunto de normas que tienen por objetivo salvaguardar, fortalecer y preservar la vida de los individuos corpóreos. Así, comportándose homólogamente a la ética pero en el mundo virtual, la nética busca hacer lo propio pero en las redes sociales, convirtiéndose en la base de la netiqueta y en parte de los componentes de la llamada "ciudadanía digital". La ciudadanía digital, como ya se dijo con anterioridad, es un código de civismo que todo usuario en redes sociales o similares está, al menos teóricamente, obligado a seguir. Así, esta "nética" tiene como objetivo imponer ciertos patrones de conducta para los usuarios de internet, partiendo de los postulados de la moral en turno que son, como ya todos probablemente ya sabremos por experiencia, respeto, tolerancia y cooperatividad. Las obligaciones de un "ciudadano digital" podrían de algún modo resumirse en que todo ciudadano digital respete los derechos del resto de usuarios, pues se reducen a seguir esta serie de postulados; postulados que, a poco que los analicemos, tienen por objetivo que el usuario le cause la menor cantidad de inconvenientes al prójimo, y que, así mismo, el prójimo no perturbe al usuario; en definitiva, lo que se promueve es la minimización de desacuerdos y hostilidades mediante la imposición de una tolerancia y libertad de expresión exorbitantes. Como vemos, la nética no es más que la moral de nuestro tiempo aplicada a las redes. 

Sin embargo, aunque la mayoría de las infracciones a la nética se hallen en el área más masivo del internet, donde el respeto no siempre abunda, es en las conversaciones más íntimas o personales donde ocurren los casos más graves de agresiones entre usuarios. Tendencias como el sexting o el ciberbullying, que si bien no son la tónica sí ocurren con la suficiente frecuencia como tratarlos como problemas regulares, atentan directamente contra la integridad de los usuarios. En casos como los del sexting, mantenerse a salvo de esa clase de trapicheos depende en buena medida del respeto que el propio usuario tenga de sí mismo, pues para que en redes circulen imágenes comprometedoras de uno, estas tuvieron que haberse publicado en algún sitio, y en muchos casos esto ocurre en el perfil de la propia víctima. 

Hay también otros problemas más generalizados, como el robo de propiedad intelectual, que al tratarse de algo tan cotidiano y masivo, resulta muy difícil de rastrear o castigar, pues muchos de los que comparten estas copias de material original pirateado, o roban creaciones de otros usuarios, lo hacen desde cuentas fantasma, que si desaparecen volverán con otro nombre pero el mismo propósito.  

Como vemos, la red es un mundo muy diverso en el que hay tantas maravillas como horrores, y al ser este habitado por humanos, era inevitable que apareciese algo que modulase a todo aquel que por sí solo es incapaz de hacerlo, pues sin normas ni razón siempre llega la barbarie, y eso nunca lleva a ningún lado.

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